Cuando Tomé mi corso di yoga para niños tenía muy clara la meta: cercar a mi
bebe allo yoga.

Era facile e sencilla, bueno, eso creía yo, hasta que empecé a poner todos mis
conocimientos en práctica con il mio hijo de dos años e dos meses. Il risultato,
para no extenderme se resume a una parola: DISASTROSO.

Mi hijo corría de un lado a otro, sin quedarse quedito en el mat, sin prestarme
atención a mi oa mis movimientos, me ensució el esquema de clase, me quitaba
la musica del mio cellulare e pretender ir al jardín secreto… bueno, misión imposible,
me brincaba encima, me tiraba los legos y cuanto juguete tenía vicino, para
cubrirme, por decir poco fue un completo caos.

La storia se repitió por dos semanas. Todos los dias, intenté darle la clase y el
risultato, non era molto alejado del primo giorno, con algunas ventajas: mi ayudaba a
traer los mats, se quitaba los zapatos y empezó a pedirme repetir canciones.
La mia emozione e intensità fue sminuita, pasé de llegar del trabajo, ponerme
ropa deportiva para, feliz y emocionada a darle la clase, a mirarlo en silencio,
pensarlo una, due, tre volte e perché no? Ho deciso che avrei potuto darmene uno
descanso a mi muy breve y frustrado inicio como profesora de yoga.

Y así pasaron los dias… cuatro per ser esatta, en los cuales volví a mi rutina de
tirar la corda, cambiar mi corda a algo más cómodo sin intención de salir ni ser vista,
tomar café y tirarme in the sofá, para jugar simplemente lo que él quisiera jugar. Un
poco frustrada quizás… todo había vuelto a la normalidad, hasta que al quinto giorno,
mi bebé ha deciso che era ora di poner de nuevo a questa mamma in ordine, chiaro está
que me costó entender el mensaje. De forma energetica y casi incomprensibili, me
ho deciso che avrei lasciato gli zapatos, pensavo che avrei voluto cambiarli,
entonces eso hice, lo cual no le gustó para nada. – ¡Mamá zapatos!, y se quitó los
de él. – ¡Mamma piso! y yo, lo ammetto, en otro mundo, sólo le preguntaba – ¿qué? Sin comprender a qué estábamos jugando en esta ocasión, la conversación se
continuare a ripetere un par de minutos, mientras él trataba de hacerse entender.
Hasta que se mi ocurrió terminar la pregunta: – mi amor, ¿qué quiere?… Como lo
más obvio del mundo, sentado en el piso, sin zapatos, sin medias, alzó las manos
de forma abierta, palmas arribas como quien quiere explicar que es logico la
risposta e concorso: – Mamá yoga.

¡Mama yoga! no me lo estaba soñando, me lo repitió, porque yo de incrédula se lo
segue cuestionando – ¿quieres yoga? e un sì alegre e ho deciso di fue la risposta.
No se diga más, corrimos por los mats, él mismo los extendió y ¡empezamos la
classe! Debo ammetter que no fue un ajuste completo al esquema de clase, ni lo es aún,
pero el objetivo inicial se había logrado. In questo momento mi di cuenta que era
una buena idea matricular el curso de Prekay tomar el entrenamiento de yoga par
i bambini e i bambini piccoli erano sicuramente necessari per la mia meta, così come
per ottenere nuevos conocimientos e come consecuencia practicar más. Ora
solo debíamos continuar, el ritmo y la intensidad la debía bajar yo. dopo di
tutto ciò che sta apprendendo come professoressa di yoga per bambini è questa
mamma, y ​​no al revés…. aunque mi hijo me lo tuvo que recordar. Vamos con todo y
andiamo con ganas, que esta aventura apenas sta empezando.